Crítica publicada en Esencia Cine
Dean DeBlois retorna este verano con la segunda entrega de su saga sobre los dragones. Cómo entrenar a tu dragón 2 comienza con una panorámica (bastante efectiva, por cierto) de Isla Mema, que vive la coexistencia de humanos (vikingos) y dragones. Cada uno tiene una bestia bajo su tutela y la agradable vecindad pasa los ratos apostando en las carreras de dragones como principal entretenimiento.
Sin embargo, el protagonista, artífice de esa pacífica relación entre hombres y dragones, se dedica a explorar los confines del reino a lomos de su dragón, el único ejemplar vivo de una raza legendaria, y acompañado por su querido amor adolescente, Astrid. En una de sus incursiones se toparán con unos ladrones de dragones que trabajan para Drago Puños Sangrientos, un villano que pretende dominar el mundo y subyugar a la humanidad mediante un ejército de dragones.
La sorpresa llegará cuando, en una de sus exploraciones, después de conocer la presencia del malvado tirano, se topen con un misterioso personaje en una gruta secreta repleta de dragones. (La aparición del personaje en cuestión, enmascarado con una suerte de careta tribal, es misteriosa y de una belleza sugestiva.) Quizás lo más llamativo del film. Sorpresa, decía, porque el misterioso enmascarado resultará ser una mujer, y para más tambaleo de los personajes principales, la madre del protagonista, a la que él creía muerta tras un incidente cuando él era bebé.
A partir de entonces, el reencuentro dará pie a una reflexión que abrigará mensajes sobre las segundas oportunidades, la familia y el perdón. La secuela de Cómo entrenar a tu dragón indaga, por otra parte, en la resistencia del débil ante el poderoso, la derrota de la voluntad que supone la tiranía y lo importante que es luchar aun en las situaciones más desfavorables. Mensajes nada baldíos teniendo en cuenta el público infantil al que se dirige, en principio, la cinta.
DeBlois se recrea en un artefacto visual atractivo y potente para acompañar a su ciclo narrativo, que continuará con una tercera película en 2015 (en principio). La película pivota sobre los grandes temas citados (resistencia, lucha, amistad entre extraños [dragones y humanos], la importancia de la familia…), a la vez que deja un espacio para el desahogo cómico y las gracias propias de este tipo de historias.
Cómo entrenar a tu dragón 2 es, en definitiva, una secuela agradable, bien esbozada y con algunos mensajes muy interesantes dado su receptor principal. Entretenimiento puro y duro para hijos y padres que se convierte en una experiencia tan agradable como rápidamente olvidable.
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