18 julio 2014

Yes, the massacre will be televised

En la década de los 60 el movimiento del Black Power adoptó un lema que, con el paso de los años, se convertiría en un icono. Posteriormente se popularizó en canciones, poemas y todo tipo de manifestaciones, hasta seguir vigente hoy en muchos casos (aunque hoy en día ya no tiene mucho sentido).

"The revolution will not be televised".

Anoche reflexionaba sobre esta frase. La revolución no será televisada. El espíritu del mensaje es claro. Sin embargo, pese al paso de los años, sigue en vigencia total. Las recientes revueltas en multiples países (Ucranía, Egipto, incluso los movimientos del 15M en nuestras fronteras) han sido silenciadas sistemáticamente por los medios de comunicación de turno. Al final, el miedo es libre y cada uno lo enfrenta como considera que sale más beneficiado.  


Sorprende que sea una de las pocas coyunturas que no se televisa en riguroso directo. No ocurre así, por ejemplo, con las guerras. Días atrás me sorprendía al ver repetidas hasta la saciedad (¡qué horror!) las imágenes de los niños palestinos asesinados por Israel en la playa. Algunos argumentarán la necesidad de mostrar las imágenes tal cual son, otros serán partidarios de no hacerlo. La ética periodística es cuestión de mentalidades y, en este caso, nadie está cargado de razón.

Pero, ¿demandamos como audiencia ese tipo de contenidos informativos? Efectivamente. Esta semana estaba leyendo mi timeline en Twitter cuando, en la vorágine de actualizaciones que llegan por la noche, me sorprendieron varios tweets que anunciaban un servicio de streaming (televisión online en directo) en el que se podían seguir con todo detalle los bombardeos y ataques del ejército israelí. Discúlpenme, pero no conozco la fuente de la que partían las imágenes, ni siquiera quise abrir el enlace; sin embargo, me hicieron reflexionar. ¿Hasta ahí hemos llegado? ¿La violencia se ha convertido en algo tan sumamente enorme que se ha vuelto algo pequeñito?

Cuando en el año 2011 se estrenó la película La purga (The purge) escuché varios comentarios sobre lo lejos que quedaba esa historia que en la película se sitúa en 2022 (ojo, no está tan lejos ni es tan descabellado). El argumento en cuestión transcurre en una noche en la que se permiten todo tipo de crímenes por parte del gobierno con el fin de aliviar y mejorar el país (Estados Unidos). "No es posible que eso llegue a ocurrir", "es imposible", "no es creíble", escuchaba. Reconozco que hasta ahora no había visto la película. Con el pretexto de tener que ver la segunda, he visto la anterior. La sorpresa ha llegado cuando, además de comprobar que no es tan mala como la pintan, tiene un trasfondo sociológico importante. Y ese aspecto sociológico se vertebra en dos hilos: cómo actuaría una persona en esa situación y el papel de videntes pasivos que jugamos en la sociedad.

A lo largo de la película se ven y escuchan varios informativos en los que se pueden seguir las matanzas en directo. La noche de las bestias es un atractivo más para el que está dentro de sus casas. Acertadamente, el guionista y director incluye tertulianos, opositores y personas favorables a la noche de la purga. Y análisis de cómo ha transcurrido que se esbozan al final de la película (casi de la forma en que nuestros programas analizan la última jornada de Liga: número de muertos-goles, tendencias con respecto a la purga-temporada pasada, postpurga-postpartido...). En definitiva, la espectacularidad del crimen. Mientras lo veía no podía dejar de pensar en aquellos que apretasen el botón de "Ver" desde la butaca de su escritorio para observar desde la comodidad de su posición las barbaridades perpetradas por el ejército israelí la otra noche.

¿Cómo de lejos estamos de eso? ¿Es tan descabellado pensar que alguna vez pueda ocurrir algo como lo que ocurre en la película de James DeMonaco? ¿No ocurre ya algo parecido, al menos en la  tendencia a la espectacularidad, la banalización y el morbo que producen el crimen y la violencia? Se ha hablado mucho del tema, pero no deja de sorprenderme por más que se analice. Y lo único que siento es pena. Parece ser que al final la humanidad era esto...

"The massacre will be televised".

1 comentario :

  1. Suena triste pero es lo que somos. Los romanos ya hicieron del sufrimiento un espectáculo con sus circos de gladiadores. No hemos evolucionado mucho, aunque ahora veamos el circo desde el iPad.

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