Crítica publicada en Esencia Cine
“Si han hecho esto con una película satírica, ¿qué no harán con un documental que no les guste?”
Barack Obama, en el discurso de respuesta ante la amenaza de Corea del Norte por el estreno de la película The Interview.
Da la sensación de que, debido a la mezcla de sobreexposición en las redes sociales y desinformación (o escasez de la misma) en los medios de comunicación, Corea del Norte se haya convertido en un circo. Y da la sensación también de que hay un bufón o maestro de ceremonias, si se quiere, que sobresale por encima del resto, el curioso Alejandro Cao de Benos, semiprotagonista de este The Propaganda Game. El español, acostumbrado a prodigarse en los medios de comunicación vendiendo e intentando convencer a todos de que su fervor coreano tiene una justificación (probablemente para él sí la tenga, claro), guía en este documental al equipo de Alvaro Longoria por las calles del país más hermético del mundo, evitando que se filme prácticamente nada y controlando muy bien cada palabra que se dice y, más importante, se calla.
El dispositivo de Longoria indaga en la guerra de propaganda librada entre Occidente y el país de los Kim. Como asegura el propio Cao de Benos: “esto es una guerra y yo estoy orgulloso de defender este lado”. El principal atractivo del film es, precisamente, su intento de mostrar ambas partes de esta guerra fría comunicativa y lo que se esconde tras las mismas. ¿Por qué todo lo que nos llega de Corea se mediatiza, pero a la vez seguimos estando tan desinformados al respecto? Los peligros de la propaganda (de toda ideología) y esa misma desinformación y espectacularización recorren de forma transversal The Propaganda Game.
Pero, más allá de este acercamiento, ¿qué tiene Corea del Norte para que en los últimos años el cine documental (y no tanto) haya sentido esa especie de fascinación por todo lo que ocurre dentro de sus fronteras? Muchas son las películas en las que el país gobernado con mano de acero por Kim Jong-un se ha convertido en el centro temático y argumental en los últimos tiempos: desde el corto Village Modèle (Hayuon Kwon, Francia, 2014) hasta largometrajes como Aim High in Creation (Anna Broinowski, Australia, 2013), Songs from the North (Soon-Mi Yoo, Corea del Sur, 2014) o Propaganda (Slavko Martinov, Nueva Zelanda, 2012), que compartía la temática propagandista con el trabajo de Alvaro Longoria. En el terreno de la ficción, hay que recordar también la ficción The Interview (Evan Goldberg y Seth Rogen, Estados Unidos, 2014), una sátira sobre el país coreano y sobre cómo se ve e interpreta desde los Estados Unidos, que causó una crisis diplomática con el país (la cita que abre esta crítica). Lo que está claro es que, quizás precisamente por el hermetismo de su gobierno, Corea del Norte despierta una cierta seducción en el resto del mundo que también se traduce en el Cine.
E igual que despierta la curiosidad, despierta el interés. En este punto, el documental se apunta un tanto casi hacia el final, cuando trata de explicar por qué todo sigue como está sin importar lo que pase. ¿A qué intereses responde la situación estratégica de Corea del Norte? ¿China, Estados Unidos, a quién beneficia que todo siga igual de tal forma que nadie hace nada? ¿Quién ha impuesto las normas del juego?
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