26 diciembre 2013

'12 años de esclavitud', homo homini lupus

La expresión latina que dice que “el hombre es un lobo para el hombre” es, tal vez, aquella que mejor refleja las atrocidades de las que es capaz el ser humano para consigo mismo. A lo largo de la Historia hemos visto cómo el hombre se empeña en convertirse en el peor monstruo sobre la tierra, llevando a cabo auténticas masacres, barbaridades y todo tipo de vejaciones con sus semejantes. 

La nueva película del británico Steve McQueen pone su mirada en una de estas atrocidades: la esclavitud del hombre negro en América y las múltiples salvajadas que se llevaron a cabo en su nombre. Con la historia real de Solomon Northup como base, el libro de memorias que lleva el mismo título que su film, el polifacético artista adentra al espectador en una historia brutal, sangrienta y durísima sobre la época más oscura de los Estados Unidos. Y lo hace con un guion medido hasta las últimas consecuencias, en el que los flashbacks a la vida pasada de Solomon, dichosa y alegre, disminuyen poco a poco, al mismo tiempo que el propio personaje se adentra en el infierno y pierde su dignidad hasta llegar a ser ese Platt en el que nunca acepta reconocerse.


El director, que ya sorprendiera con sus anteriores trabajos: Hunger (2008) y Shame (2011), apuesta por una dirección ecléctica que alterna, según lo precise la historia, una cámara estática y fija, sin artificios, con planos extensos en lo referente al tiempo; así como planos breves y vertiginosos con los que dar ritmo a la cinta. Una dirección que, apoyada en la fotografía excelsa y pulida de Sean Bobbit, que deja planos que son una auténtica maravilla técnica y visual, filma una historia dura, pero necesaria para comprender un poco mejor la época de la esclavitud.

McQueen opta por no guardarse nada. Para muchos sorprende la decisión de no dejar fuera de campo algunas imágenes que pueden herir alguna sensibilidad, pero para entender la crueldad que suponía esa eliminación de la libertad y, por consiguiente, de la propia humanidad, es necesario ver las consecuencias, según el propio cineasta. McQueen elige la espalda de la esclava Patsy como representación del mapa de los horrores. Pero no es la única imagen dura que deja la cinta. La imagen estática de Solomon colgado de un árbol intentando tocar suelo con la punta de los pies, mientras el miedo infundado hace que ningún esclavo se acerque a él, sobrecoge por su realidad. El director alarga la secuencia en el tiempo con una clara intención de inducir al espectador a pensar en la situación, en este caso. Parece que el británico lanza una recriminación al espectador, interpela su conciencia, con el claro ejemplo del plano en el que Solomon mira directamente a cámara.


La historia de Solomon Northup y por ende de la esclavitud es apoyada por unas interpretaciones brillantes, destacando el triángulo que forman Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender y Lupita Nyong’o. El primero, en el papel protagonista, impresiona como un hombre inicialmente libre que poco a poco pierde la dignidad y es despojado de su condición de humano para convertirse en ese ganado que son considerados los negros, a los que se vende como “ejemplares”. Un perfecto Michael Fassbender vuelve a brillar de la mano de McQueen, interpretando de forma sublime a Epps, el amo loco, impredecible y despiadado al que es vendido Northup; mientras que una fabulosa Lupita Nyong’o da vida (si se puede llamar así) a Patsy, la esclava peor parada a lo largo del film, hacia la que Epps siente, por si fuera poco, una inevitable atracción física y emocional. El trío es rematado con un elenco de secundarios de la talla de Sarah Paulson, resolutiva como la celosa mujer de Epps, Benedict Cumberbatch en un suave papel inicial que ayuda al posterior dramatismo, Brad Pitt, que desempeña un rol pequeño pero importantísimo para el desenlace, o un odioso (por lo fantástico de su puesta en escena) Paul Giamatti. 

12 años de esclavitud es una película dura y conmovedora, que ahonda en lo más cruel del ser humano, en la que ni siquiera el desenlace favorable que anuncia el título (con esa delimitación temporal clara) es agradable. Una película que incomoda, que a veces parece querer gritar, pero que pronto se hace imprescindible. La película de McQueen se une a recientes aproximaciones al drama de la esclavitud –Lincoln y Django, unchained–, superándolas con creces, tanto en el planteamiento como en el desarrollo y dejando un poso de horror apabullante en la mente del espectador.

Ficha técnica

Dirección: Steve McQueen. Guion: John Ridley (historia original: Solomon Northup). Fotografía: Sean Bobbit. Música: Hans Zimmer. Interpretación: Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender, Lupita Nyong’o, Benedict Cumberbatch, Brad Pitt, Sarah Paulson, Paul Dano, Paul Giamatti, Alfre Woodard, Michael K. Williams, Garret Dillahunt, Quvenzhané Wallis, Scoot McNairy, Taran Killian, Bryan Batt, Dwight Henry. País: Estados Unidos. Estreno: 12 de diciembre de 2013. Distribución: Dea Planeta. Duración: 133 minutos. Género: Drama histórico.

2 comentarios :

  1. El mejor análisis en español de los 20 primeros en Google. Esto deja mucho que desear, estaras de acuerdo conmigo.

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    Respuestas
    1. La cosa es que no sé con seguridad si lo que me dices es bueno (que el mío sea el mejor y esté tan bajo es lo que deja que desear) o malo (que el mío, no siendo gran cosa, sea el mejor). :P

      En cualquier caso, muchas gracias por pasarte, leer y gastar un poco de tu tiempo en comentar. Y por tus palabras. Se agradece. :)

      ¡Saludos!

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