La meta-literatura sería, en definitiva, la literatura sobre literatura. La propia actividad literaria como elemento o personaje. En los últimos tiempos, no sé si por permanecer más atento o porque verdaderamente es así, he percibido un aumento de las obras en las que la literatura no es sólo el vehículo, si no también el objeto.
Vila-Matas en su casa de Barcelona. Foto: Albert Gea |
Siempre he escuchado que Vila-Matas es un escritor que se desenvuelve entre personajes literatos: un escritor para escritores, que se suele decir de él. Puede ser, no lo niego. Bartleby y compañía (Anagrama), Dublinesca (Seix Barral), son obras que tienen muy patente la figura del escritor. Hace poco leí su pequeña obra Perder teorías (Seix Barral), precisamente nacida de una digresión de su personaje en Dublinesca. Esta obra es una pequeña narración que tiene como fin, únicamente, la redacción de una teoría sobre la novela. Nada más. Pura meta-literatura.
Sin embargo, no es la única obra en la que centraré este artículo. Son muchas las obras en las que la Literatura cobra un papel protagonista. Tenemos, en esta vertiente, al escritor Jesús Marchamalo, con sus dos últimos libros: Cortázar y los libros (Fórcola) y Donde se guardan los libros (Siruela). El primero no es más que un estudiado retrato del escritor vampiro a través de los libros que leía y las anotaciones que hacía en estos. Es, sin duda, una obra maravillosa e imprescindible, sobre todo si te gustan la Literatura y el autor argentino. Por su parte, el segundo libro se trata de una recopilación de artículos en los que el escritor acude a visitar las bibliotecas de otros escritores, tales como Mario Vargas Llosa, Luis Mateo Díez, Soledad Puértolas, Marías y Reverte o el propio Vila-Matas. Además de sus dos últimas publicaciones, el escritor ha publicado con anterioridad 39 escritores y medio, Las bibliotecas perdidas o Tocar los libros, del mismo corte y con gran éxito, incluso fuera de nuestras fronteras, o también novelas como La casa de palabras, también, como no podía ser de otra manera, con el lenguaje como tema central. Tal vez Marchamalo sea el escritor actual que mejor escriba sobre la Literatura.
Jesús Marchamalo. Foto: Rtve.es |
La editorial Impedimenta ha incorporado en su catálogo algunos títulos relacionados con la Literatura. Por ejemplo, Diccionario de literatura para esnobs (Fabrice Gaignault), que es una enciclopedia que engloba multitud de nombres de escritores, técnicas, clubs literarios o tertulias. Esta compilación no es otra cosa que un quién es quién literario con mucho sentido del humor, imprescindible para “los happy few amantes del namedropping, que se convertirá en un manual de obligada consulta”, según dice la contraportada de esta fabulosa obra. Otra de las meta-obras que Impedimenta dedica a los entresijos literarios es Trabajos forzados de Daria Galateria. Una exitosa recopilación de artículos sobre los otros trabajos de los grandes escritores. Un paseo por las profesiones ocultas de los literatos más reconocidos: Gorki, Bukowski, Orwell o Colette, entre otros.
No son los únicos libros de lo que se englobarían en lo que a mí me gusta llamar género meta-literario. Recientemente, por poner algunos ejemplo más, el Premio Nobel turco Orhan Pamuk ha recopilado seis conferencias sobre el arte de la novela en su obra El novelista ingenuo y el sentimental. O Rosa Montero, que también nos cuenta sus vivencias con los libros en El amor de mi vida. Literatura sobre la Literatura. Está claro que es un tema atrayente y que a los escritores les llama bastante la atención. Si te interesa la Literatura es un tema muy atractivo también como lector. Y ningún amante de la Literatura puede evitar fabular sus propias teorías literarias.
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