Crítica publicada en Esencia Cine
Como si quisiese rendir cuentas con su pasado reciente más oscuro, el cine norteamericano más contemporáneo ha regalado dos películas que comparten un personaje: la periodista de cotilleos sobre Hedda Hopper, que a mediados de siglo pasado se convirtió en un baluarte casi temible por los componentes de la industria, y que simboliza un periodo ominoso en las entrañas del gigante. Desde dos puntos de vista diametralmente opuestos, Trumbo (Jay Roach, 2015) y ¡Ave, César! (Hermanos Coen, 2016) lanzan una mirada de cuestionamiento hacia ese Hollywood de los cincuenta. Los Coen abandonan el...
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