Previa publicada en Reyournal / Retxting
A pesar de la polvareda levantada, el Oscar seguirá siendo igual de dorado que años atrás. La polémica ha acompañado desde las nominaciones a la 88ª edición de los Premios de la Academia de Cine de Hollywood, a la que se ha acusado de racista, homófoba y unas cuantas cosas más. Lo cierto es que la ausencia en las nominaciones de actores, directores o guionistas negros ha levantado una cierta incomodidad entre la comunidad, sobre todo teniendo en cuenta que películas como Beasts of no nation (Cary Joji Fukunaga), protagonizada por un Idris Elba que acaba de ser premiado en los Independent Spirit Awards, o la magnífica Straight Outta Compton (F. Gary Gray), y sobre todo su protagonista O’Shea Jackson Jr., podrían estar ocupando algún puesto de los candidatos. También se habló de la interpretación de Michael B. Jordan en Creed como posible olvidado por la Academia. Sin embargo, la ausencia más hiriente será, sin duda, la de Carol. Sobre todo porque supone la renuncia a la excelencia. Con sus actrices –Cate Blanchett y Rooney Mara– nominadas, y cosechando además candidaturas en guion adaptado, fotografía, banda sonora y vestuario, los Oscar han dejado a la obra fuera de concurso en la categoría reina y en la dirección. Incomprensible. No obstante, los Oscars son los premios de una Academia que, por norma general, siempre ha resultado excesivamente conservadora y poco atrevida a la hora de otorgar sus galardones anuales.
Pese a todos los olvidados, la gala se celebrará con los que están. Y las quinielas andan este año por las nubes. No se recuerda una gala tan abierta en determinadas categorías como la que vivirá hoy el Kodak Theatre de Los Angeles. Chris Rock ejercerá de master of ceremonies en una entrega de premios que podría coronar a...