
Crítica publicada en Esencia Cine
Sacar un cadáver de un pozo de agua para evitar que se estropee puede parecer una tarea fácil. Y quizás lo sea. En condiciones normales. Pero no en los Balcanes de los noventa, asolados por la guerra, que nos quiere retratar Fernando León de Aranoa en Un día perfecto, en la que seis cooperantes lidian con sus propios fueros internos mientras tratan de encontrar una cuerda que les permita extraer el cuerpo...