En Mi “perfecta” hermana conviven los pares de inicio a fin. Dobles, parejas, reflejos… todo tiene un gemelo en la película de Sanna Lenken. Incluso las escenas de apertura y cierre se conforman como un espejo en el que la obra se contempla a sí misma: un escarabajo camina, con su parsimonia característica por el centro de la pantalla. Entre medias de esos dos “paseos” del insecto, la historia de dos hermanas. La mayor, Katja, es...
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