30 noviembre 2011

La huella del lector en 'sus' libros

Firma con fecha y edad de compra
Cada lector lee los libros a su manera. No existe la homogeneidad a la hora de leer. Digamos que es prácticamente imposible. Es una de las cosas por las que creo que el ebook nunca tendrá el mismo arraigo que el libro tradicional, aunque pueda llegar a ser un gran complemento. Es un objeto muy impersonal.

Las personas tenemos la extraña percepción de que todo lo que pasa por nuestras manos más de unos días se convierte en nuestro. Puede ser así, pero sólo por un tiempo limitado, el que nosotros mismos duremos aquí. Así ocurre con las bibliotecas personales también. Los rastros de los libros son tan variados como los lectores. Es muy fácil encontrar la firma del poseedor del libro, en la página de cortesía o en la última. Firma y fecha. Como si buscasen la eternidad a través de una página.

Cada lector utiliza sus propias marcas, así es frecuente encontrarse firmas a bolígrafo o lapicero en la primera o la última página, sellos ex libris personalizados que marcan ese libro como perteneciente a nuestra biblioteca, dibujos identificativos en alguna de las páginas y otro montón de señales que personalizan el objeto. Son alguna de nuestras maneras de perpetuarnos en los libros.

Sello exlibris y nombre
Posiblemente cuando pase mucho tiempo y nuestra biblioteca ni siquiera sea ya nuestra, todos esos ejemplares marcados y anotados pasarán de alguna librería de viejo a las estanterías de algunos lectores, casi ya coleccionistas, que los compren. Y entonces se encontrarán esas pequeñas marcas de perpetuidad al sentarse en casa y abrirlos. Una tarjeta de alguien que utilizamos como marca de lectura, una servilleta en la que escribimos algo el primer día que lo leímos y que decidimos dejar ahí porque no teníamos separador, o simplemente una breve descripción de por qué, en qué lugar y con quién compramos ese libro o quién nos lo regaló.


¿Quién nos regala los libros?
En ocasiones también dejamos constancia del momento y lugar en el que leímos un libro determinado. Un ticket de la cafetería donde nos sentamos a empezarlo, la ciudad donde lo compramos o lo leímos escrita en algún lugar (por ejemplo Edimburgo, Marzo 2011), subrayados en las frases que más nos gustan, el marcapáginas con el que separábamos sus páginas… Tengo un amigo que suele guardar el separador con el que lee sus libros dentro de ellos una vez que los termina. Asocia de esta manera el libro con la marca de lectura, y ambos viven en matrimonio hasta el fin de los días.

Libro con 'su' marcapáginas
Los libros tienen muchas más lecturas que la ancestral. A través de sus marcas se puede conocer a las personas que lo han leído. Son las huellas del lector, que imprimen el recorrido y la vida de los libros junto al de los “propietarios”.

Libros que guardan su ticket

2 comentarios :

  1. Que pasada de entrada!! Me encanta! Estoy totalmente de acuerdo con lo de los e-books. Yo leo muchos libros en el iPad, pero aun así sigo comprando los que me gustan en papel compulsivamente, no hay nada como la materialidad, el olor, el tacto...es la misma razón por la que a pesar de los miles de mp3s que pueda tener, sigo comprando vinilos de segunda mano de vez en cuando.

    Una característica de "mis" libros es que muchos los lleno de post-its marcando frases que me interesan, y cuando acabo en vez de quitarlos, los dejo ahí, como parte de mi experiencia de ese libro. Cuando los presto, pido por favor que no los quiten, y me gusta pensar que el nuevo lector se detiene a leer las frases que destaco y a pensar por qué me han interesado esas y no otras. También suelo pegar el ticket de compra en la solapa interior, me resulta curioso ver años después cuanto me costó o dónde lo compré.

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  2. Son pequeñas manías que guardamos con nuestros libros. Está bien eso de guardar el ticket. Yo hay algunas veces que lo dejo dentro también, como habrás visto en la foto. :-)

    Yo lo que si hago es apuntarme el día que me lo compré, o si es un regalo quién me lo regaló, o si lo compré fuera de Madrid, la ciudad... Esas pequeñas cosillas.

    Nos vemos, tío, gracias por comentar. Un abrazo. =)

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