
Buenos y malos. En la vida, como en las historias, siempre se tiende a categorizar todo en bueno o malo. España –y quién sabe si no la humanidad- no tiene punto medio.
La última novela de Fernando Aramburu, Años lentos, descategoriza por completo a sus personajes y, por tanto, esta afirmación. La historia sitúa a una familia en el País Vasco de los sesenta, los años del origen de ETA. Son muchos los personajes que desfilan por las páginas...