06 octubre 2011

Steve Jobs

Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición.


Puede que parezca ventajista y en realidad siempre lo es hablar de una persona cuando se acaba de morir. Pero en este caso, lo creo bastante necesario. Admito que no había oído nunca su discurso de Stanford antes de hoy. Admito que entre todas las personas que alguna vez me había detenido a escuchar dar una conferencia no estaba Steve Jobs. Y me ha sorprendido gratamente su capacidad de comunicar. No obstante, también admito que siempre pensé que era un genio en lo suyo, más allá de que sus productos e ideas te pudiesen gustar más o menos -ya digo desde aquí que a mí me suelen gustar casi todas.

Es por eso que me permito un pequeño y muy humilde homenaje desde aquí. Por si alguien no lo ha visto aún, comparto con todos el gran discurso de esta mente maravillosa en Stanford. Es toda una demostración de ganas de vivir y de cumplir un sueño, y de saber hacerlo rentable para ganarse la vida con ello. Es una maravilla por la complejidad y la sencillez y, sobre todo, por el entusiasmo que muestra, de principio a fin, por lo que hace.


Propongo como cierre el cambio de logo de Apple. Sólo es una sutil variación, en honor de su creador, impulsor y máximo activo.

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