16 octubre 2015

'Slow West', un nuevo lejano oeste

Crítica publicada en Esencia Cine


Algunas veces, el título de una obra encaja perfectamente en el hueco de su esencia. Es el caso de Slow West, ópera prima en el largometraje del músico John Maclean, que juega y se desarrolla a través de un ritmo pausado en el que el director ofrece espacios de construcción propia a unos héroes (o anti) que se edifican en la venganza, el amor, la traición o la amistad según transcurre la historia.

Con 17 años y el anhelo del amor prohibido, Jay (Kodi Smit-McPhee) se dirige desde su Escocia del siglo XIX al Far West americano tras los pasos de su amada, Rose (Caren Pistorius). En su búsqueda se topará con un proscrito (Michael Fassbender), de aspecto entre bandido y justiciero, que le ayudará en su propio beneficio. Tras la interesante presentación de los personajes, de ritmo lento y quizás un poco extensa, la cinta de Maclean se centra por completo en sus protagonistas, a los que la cámara no abandona nunca, ya sea desde la distancia o la cercanía.


De esta forma, el cineasta se acerca a una época distinta con una cierta vocación de relectura del género. Existe, en cambio, la voluntad de seguir utilizando las señas de identidad del western a lo largo del tiempo. Esta doble intención, de reformar y de que todo permanezca, provoca que en Slow West conviva una cierta tendencia al plano americano con una dilatación de la escena del conflicto que rememora los clímax de Sergio Leone o con el uso de un colchón musical más propio de otros géneros (en el que, además, resuena la famosa Yumeji’s Theme, composición central de In the Mood for Love [Wong Kar-Wai, Hong-Kong, 2000]).

En esta mezcolanza de tendencias, épocas y reinterpretaciones que filma Maclean reside uno de los mayores atractivos de una película que en su aspecto narrativo no deja de contar otra historia más de búsqueda del amor, traición y venganzas en el lejano Oeste americano. Más allá, los toques de humor negro que hereda de figuras como los hermanos Coen, entre otros; un par de juegos fotográficos de bella factura a través de los que Robbie Ryan pone su firma al film, entre todos destaca una secuencia en un bosque de ceniza; y el trabajo interpretativo del cuarteto central, entre los que despunta la pareja de forajidos constituida por Fassbender y un Ben Mendelshon que siempre consigue imprimir carácter y pliegues a sus creaciones.

Slow West es un intento de adaptación de los códigos del western a la etapa cinematográfica actual, además de una suerte de cóctel en el que entran en juego varios géneros y referentes, que se solapan unos con otros para dar lugar a esta propuesta, para nada insípida, que, haciendo honores a su título, se degusta a través de su propia pausa.

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